La comida adecuada en el momento oportuno puede marcar la diferencia entre terminar con fuerza... o sufrir calambres a mitad del sprint. Afecta a todo: la rapidez con la que te recuperas, la concentración que mantienes en el minuto 90, incluso lo bien que duermes después de un partido nocturno. No se trata de comer sano para Instagram. Se trata de un rendimiento que puedas sentir.
Tu cuerpo te pide constantemente apoyo: para recuperar músculo, recargar energía o calmar la inflamación tras una entrada dura. ¿Te equivocas de ritmo, te saltas una comida o cargas el material equivocado demasiado cerca del saque inicial? Lo sabrás. Y tus isquiotibiales también.
Seamos sinceros: comer para el rendimiento parece sencillo. Carbohidratos para obtener energía, proteínas para los músculos, quizás un plátano antes del partido, ¿verdad? Pero aquí es donde se complica: los profesionales no solo entrenan duro; entrenan con inteligencia, y lo que comen forma parte de la estrategia. La comida no es solo combustible: es ritmo, precisión y, a veces, control de daños.
Los partidos duran más de 90 minutos. Hay calentamiento, prórroga, recuperación, viajes y encuentros consecutivos. ¿Y entre tanto? Necesitan mantenerse ágiles, rápidos, sin lesiones y con la mente concentrada. Eso no se hace a ciegas. Se logra con un plan que se adapta al partido, no solo al tiempo.
Los carbohidratos son fundamentales en los deportes de alta intensidad. Los jugadores pueden agotar rápidamente las reservas de glucógeno: piensa en 60 a 90 minutos de sprints, aceleraciones y desaceleraciones repetidas. Sin carbohidratos, la confusión mental se apodera de ti, la toma de decisiones se ralentiza y tus isquiotibiales empiezan a susurrar: "Hoy no, amigo".
¿Cuánto cuesta?
Para jugadores de fin de semana:
¿Qué carbohidratos?
¿Sabes qué? Hasta los que dicen que "los carbohidratos blancos son malos" se callan el día del partido. La digestión es más importante que el encanto rústico cuando suena el silbato.
La proteína repara los músculos, pero también contribuye al funcionamiento inmunitario y al mantenimiento básico. Los futbolistas no son culturistas, pero aun así necesitan una ingesta constante de proteínas a lo largo del día.
Los mejores puntos de sincronización:
Y sí, las proteínas vegetales pueden funcionar, sólo hay que mezclar fuentes (lentejas + soja + cereales integrales) para cubrir todos los aminoácidos y aumentar un poco el total.
La grasa no es la mala. Ayuda a la producción hormonal, la salud articular y a mantener la energía a largo plazo. ¿Pero comer alimentos ricos en grasa justo antes de un partido? Es arriesgado: digestión lenta y pesadez.
Una deshidratación de incluso el 2% del peso corporal puede minar la velocidad y la concentración. Sin embargo, algunos jugadores apenas beben hasta el descanso. No seas ese jugador.
Comprobaciones sencillas:
Los electrolitos importanEl sudor contiene sodio. El agua sola podría no ser suficiente si sudas mucho (¿manchas blancas en la camisa? ¡Ese es tu caso!). Las bebidas deportivas, las pastillas de electrolitos o una pizca de sal en un jugo diluido pueden ayudar.
Aquí tienes un ritmo práctico que usan muchos profesionales (y aficionados inteligentes). Ajusta las porciones a tu tamaño y nivel.
24 horas antes del inicio
Comida previa al partido (3–4 horas antes)
Merienda (entre 60 y 90 minutos de descanso)
Medio tiempo
Después del partido (0–2 horas)
Más tarde esa noche
Hay mucho ruido por aquí. Mantengamos los pies en la tierra.
De uso común (con evidencia sólida):
Cosas a tener en cuenta:
El fútbol es global. Las dietas deben respetar el gusto, la cultura y lo que el estómago tolera.
Día del jugador brasileño:Crepas de tapioca con queso para el desayuno, frijoles y arroz para el almuerzo, açaí con granola como refrigerio
centrocampista italiano:Espresso matutino, tazón de risotto antes de un comienzo tardío, pescado a la parrilla y papas asadas después.
extremo nigeriano:Arroz jollof para cargar glucógeno, plátano para carbohidratos rápidos, sopa de egusi más tarde para la recuperación
lateral japonés:Un tazón grande de fideos udon antes del partido, onigiri (bolas de arroz) como refrigerio portátil, sopa de miso después del partido para hidratar y agregar sal.
¿Ves el patrón? Carbohidratos destacados, proteínas enriquecidas, grasas presentes, pero no predominantes antes del partido. El papel de regalo cambia; el regalo interior es similar.
Ajuste las cantidades a su peso corporal.
7:30 – Desayuno
9:30 – Merienda previa a la sesión
11:00–12:30 – Capacitación
12:45 – Recuperación inmediata
14:00 – Almuerzo
17:00 – Merienda
20:00 – Cena
Antes de acostarse (opcional)
Totalmente. Puede que no tengas chefs de club ni análisis de sangre mensuales, pero los principios son escalables. ¿Entrenas duro? ¿Sudas? ¿Quieres sentirte en forma al final de un partido de fútbol sala? El mismo esquema básico:
Incluso si tu "partido" es un partido de liga del domingo y tomas una pinta después, una comida decente antes del partido te ayudará a disfrutar más de la pinta porque no quedarás destrozado.
1. Revisa tu calendario¿Día intenso o día ligero? Ajusta los carbohidratos hacia arriba o hacia abajo.
2. Planifica tu comida antes del partido:3 a 4 horas de descanso, bajo en grasas, bajo en fibra, carbohidratos decentes y algo de proteína.
3. Consuma refrigerios inteligentes:una pequeña dosis de carbohidratos 60–90 minutos antes.
4. Hidrátate a propósito:Empiece el día con líquidos, pésese si va en serio, beba sorbos durante el juego.
5. Recuperación rápida del golpe:carbohidratos + proteínas en dos horas: batido, leche con chocolate o un plato completo.
6. Dormir alimentado, no atiborradoUn pequeño refrigerio rico en proteínas antes de acostarse ayuda a repararse sin hincharse.
No necesitas un chef para comer como un profesional. Solo necesitas un plan, un poco de constancia y ganas de comer ese tazón de arroz extra la noche anterior. De verdad, tus piernas te lo agradecerán en el tiempo de descuento.